jueves, 4 de diciembre de 2008

Garrones de Dragon


Siguiendo con la fauna barrial, no podía dejar de lado a mi queridisima clienta Silvia alias Garrones de Dragón.
Su apodo (otorgado por mi papa) es debido a los vomitivos pies que posee y que deja al descubierto gracias a las chancletas berretas que usa tanto en verano como en invierno. Creo que esa señora, jamas oyó hablar del termino podologo o pedicuro... menos que menos de un servicio llamado "belleza de pies". Tampoco conoce la existencia de la famosa piedra pomes, aunque en su caso habría que pasarle por los talones la lija mas gruesa que se consigue en la ferretería.
Las durezas de sus pies, son únicas e irrepetibles, como las rayas de la cebra, los talones resquebrajados recuerdan las rajaduras que se producen en una pared en demolición, ya sea por su profundidad y su largo.
A veces nos gusta llamarla también La Sucia, imaginense que si el único calzado que conocen sus pies son ojotas compradas en la feria, camina por veredas rotosas y sucias todo el día, por lo que uno hay veces que si la ve de lejos, sospecha que tiene suecos puestos...
Tiene un olor a fritanga terrible, parece cocinera de fonda, es nauseabundo...
Esta señora, que habita una casucha que posee la misma higiene que sus talones, convive con su madre (que se la pasa sentada en el porche de la casa en una banqueta destartalada) y algunos de sus pequeños retoños. Desde quedo viuda (Sr pescado, que en paz descanse ) vive de la precaria pensión de Europa que recibe su madre. No hace nada en todo el día. Solo vivirla a la pobre vieja.
Este singular personaje, es la que me hizo llorar por segunda vez. Pero ahora no voy a hablar al respecto.
Cada vez que viene a pagar la cuota, la cual no importa de que importe sea, si es de $100 o $200 o $50, ella viene con un mugroso billetito de 20 dolares, todo arrugadito, el cual atesora cual gollum con el anillo de frodo. La ultima vez que le vendí, le vendí en enero, un ventilador de pie el cual tenia que pagar en cuatro cuotas (enero, febrero, marzo, abril) doce meses después, estoy esperando que llegue el día 5 para que desembolse sus mugrosos 20 dolares y de una vez me termine de pagar el ventilador, y no volver a tener que soportar su fragancia a papa frita de mc donals.

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